La muestra reivindica volver a la arquitectura tradicional como medida de lucha contra las emisiones contaminantes.
La exposición itinerante del proyecto europeo contra el cambio climático Life Reusing Posidonia se ha expuesto en el Casal Solleric de Palma hasta el 3 de diciembre. Este edificio tiene un protagonismo importante en el origen de este proyecto, porque en las obras de rehabilitación del Casal Solleric se encontraron restos de posidonia seca y la anecdota sirvió para impulsar el proyecto REUSING POSIDONIA cuando en el 2010 aún se dudaba de la viabilidad de la recuperación de la posidonia seca como aislamiento de las tejas.
Todos los palacios de Palma construidos entre los siglos XlV y XVll utilizaron posidonia seca para proteger los artesonados (techos de madera) y esta se encuentra en perfecto estado de conservación 600 años después. Ahora, su uso se ha recuperado al edificio de 14 viviendas de protección pública en San Ferran promovido por el IBAVI, donde se han ensayado las formulas para reducir la huella ecológica de los edificios y se han monitorizado el funcionamiento.
Este edificio es una de las actividades del proyecto europeo contra el cambio climático LIFE REUSING POSIDONIA, un proyecto de Gobernanza Medioambiental promovido por el IBAVI y la Dirección General de Energia y Cambio Climático, y tiene como objetivo ofrecer datos contrastados a todas las administraciones y competencia en regulación urbanística o medioambiental (ayuntamientos, consells, gobiernos autonómicos, gobiernos estatales y Comisión Europea).
Este edificio es una de las actividades del proyecto europeo contra el cambio climático LIFE REUSING POSIDONIA, un proyecto de Gobernanza Medioambiental promovido por el IBAVI y la Dirección General de Energia y Cambio Climático, y tiene como objetivo ofrecer datos contrastados a todas las administraciones y competencia en regulación urbanística o medioambiental (ayuntamientos, consells, gobiernos autonómicos, gobiernos estatales y Comisión Europea).
Los indicadores evaluados en este proyecto han sido el consumo de energía durante su vida útil, la contaminación durante el proceso de construcción, los residuos de obras y el consumo de agua. La hipótesis que demuestra el proyecto es que mientras buscábamos soluciones más sostenibles para construir o rehabilitar nuestras casas, hemos olvidado y hemos dejdo desaparecer lo que teníamos al lado (las canteras de marés, la cal, la cerámica con cáscara de almendra, la madera reutilizada o la Posidonia oceánica) y que constituye un patrimonio etnológico de nuestras islas que se debería proteger y también fomentar el uso como alternativa a los materiales importados de fuera.
En el caso de la posidonia, se trata de una planta protegida y, por tanto, su utilización requiere el permiso de los Servicio de Especies Protegidas del Govern de les Illes Balears y la coordinación del Área de Medio Ambiente del consell o ayuntamiento que gestione la retirada de las playas.
Solo se utiliza la hoja muerta y limpia sin arena de las capas superiores a esas zonas donde hay acumulación excedente por encima del volumen necesario para no afectar el ecosistema dunar de la playa.
En la exposición se presentan las conclusiones de los estudios realizados y recorre las cuatros islas de las Baleares, Barcelona, Sevilla, Madrid, Córcega, Cerdeña, Sicilia y Creta, y finalizará en París en junio de 2018.