martes, 1 de agosto de 2017

Las familias ya tienen las llaves

Las familias ya han accedido a las viviendas a las viviendas de protección pública de Sant Ferran de Formentera que forman parte del proyecto Life Reusing Posidonia, promovido por el Institut Balear de l'Habitatge (IBAVI). Este proyecto, que nace en abril de 2010, pone en marcha un prototipo de construcción con medidas medioambientales pioneras en las Islas Baleares.


La presidenta del Govern de les Illes Balears, Francina Armengol, el presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, y el conseller de Territori, Energia i Movilitat, Marc Pons entregaron als llaves a les familias. Aún queda por adjudicar una vivienda adaptada, reservada para solicitantes con necesidades especiales, y otra que está en trámites de adjudicación.

Se trata del primer edificio plurifamiliar de clase energética A en Baleares. Se ha construido sobre un solar aportado por el Consell de Formentera y el IBAVI y es un prototipo de construcció eficiente que ha obtenido la ayuda europea del programa Life+ 2012. Este proyecto, considerado de governanza ambiental, está financiado por la Unión Europea a través del programa marco Life Posidonia y se encarga de recoger los datos del proceso de construcción de las viviendas y realizar un seguimiento de los consumos. Estos datos servirán de modelo para desarrollar las futuras normas de construcción eficiente en Europa.

Las características principales de este proyecto son la reutilización de la posidonia oceánica seca como aislante térmico y la utilización, durante la construcción, de residuos como los palés de obra, los áridos de la excavación y maderas de segunda mano, evitando al máximo el hormigón armado, productos derivados del petróleo y el PVC. Esta reutilización de materiales y la utilización de elementos lo más ecológicos posible ha permitido reducir un 50% la contaminación durante el proceso de construcción y un 50% los residuos de obras. De esta forma, con la reutilización se ha conseguido reducir las emisiones de CO₂.

Está previsto que con este proyecto, las viviendas puedan reducir un 75% el consumo de energía del inmueble durante su vida útil y un 60% el consumo de agua. Por este motivo los adjudicatarios se han comprometido en su contrato de alquiler a consumir de forma responsable, a facilitar el seguimiento de los datos de consumo y a utilizar de forma sostenible la vivienda.




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